Un entorno limpio y cuidado y un ambiente saludable no solo son requisitos previos para un lugar de trabajo funcional, sino que también constituyen la base del bienestar y la productividad de los empleados.
La limpieza profesional se organiza a partir de procesos, métodos y personas. Esto asegura al cliente siempre la misma excelencia en el nivel de calidad de los servicios prestados.